Un equipo joven, para crear un
auto joven
En 1978, la administración de Honda Motors estaba preocupada porque la compañía estaba perdiendo su vitalidad. Sus modelos básicos, como el Civic y el Accord, habían alcanzado la “edad intermedia” en un momento de importantes cambios generacionales en el mercado japonés. Por primera vez los japoneses nacidos después dela Segunda Guerra
Mundial ignoraron a aquellos que nacieron antes y durante la misma. La alta
administración de Honda decidió dejar que los ingenieros de diseño más jóvenes
crearan algo para su propia generación. El proyecto comenzó con la frase
“realicemos la aventura”.
La gente más joven del equipo de diseño de Honda fue seleccionada como miembro del equipo de desarrollo dela Ciudad Honda. Su
edad promedio era de solo 27 años. El ex presidente Kiyoshi Kawashima y otros
altos gerentes prometieron que no interferirían con la operación del equipo.
Uno de sus miembros señaló que “fue sorprendente y maravilloso que la compañía
se atreviera a confiar en el joven equipo para que hiciera el diseño y
desarrollara un nuevo modelo”. Además de eso, la compañía no solo no los
abandonó, sino que buscó asignarles un grado más alto de responsabilidad.
El vicepresidente a cargo del departamento de desarrollo e investigación, Señor Nabuhiko Kawamoto, describe cómo los altos gerentes de Honda enfocan los proyectos de investigación: “usualmente controlamos las tareas de los investigadores de manera rigurosa, y después aflojamos el control de cuando en cuando. Con frecuencia, las ideas con gran potencial surgen de su proceso. Lo que debemos hacer es observar estos esfuerzos relativos repentinos detenidamente, identificarlos cuando son buenos, y luego desarrollarlos. Por supuesto que demasiada libertad no funciona, aunque algunas veces tomamos el riesgo de dar a los investigadores metas básicas y responsabilidades y después soltarlos. En otras palabras, los ponemos arriba de las escaleras, quitamos los escalones y decimos: tienes que saltar desde ahí. No nos importa si no puedes. Creo que los seres humanos muestran su creatividad más grande bajo presión”.
Algunos dicen que Honda no solamente pone a sus investigadores en lo alto de los escalones, sin escalera, sino que “también prende fuego al primer piso”.
El señor Kawamoto nombró al señor Hiro Watanabe, un investigador en jefe de 35 años, como líder del equipo. El señor Kawamoto explica: “es difícil tener cooperación si solo tienes miembros jóvenes en el equipo. Por tanto, elijo a una persona madura y habilidosa como su líder”.
El equipo autónomo enfrentó algunas metas retadoras. La asignación general desde la conducción superior fue “crear algo diferente al concepto existente”. Esto incluía dos objetivos principales: crear un automóvil popular, rendidor (le meta de la alta administración) y diseñar un modelo a bajo precio pero que no fuera barato (un objetivo auto-impuesto por el equipo).
Primero intentaron desarrollar un Mini Civic; para ello recortaron el automóvil100 mm adelante y atrás. Aunque las
instrucciones originales de la alta dirección –en una sola hoja de papel-
habían sido generales y ambiguas, la administración decidió rechazar la idea. El líder del
equipo, señor Watanabe, comentó: “no importa como redefinamos los planes de
este tipo de proyecto, el señor Kawamoto los rechaza una y otra vez, y sugiere
que deberíamos comenzar todo de nuevo desde el principio. No sabíamos qué
hacer, pero no podíamos decirle que un inicio era absolutamente imposible, de
modo que fuimos persuadidos para intentarlo”. Así, la alta administración
obligó al equipo a continuar, pero conservó el equilibrio de la pérdida de
poder entre los dos grupos. El Señor Watanabe, quien había alcanzado un
conceptual “callejón sin salida”, fue a Europa, en donde fue inspirado por el
Austin Mini, para llevar al equipo a crear un modelo “mini-lujoso”.
La segunda manera de alcanzar la meta del equipo incluía desafiar una idea que prevalecía en la industria automotriz: que un automóvil fuera “horizontalmente largo y verticalmente corto”. A la vez, la mayoría de los fabricantes de automóviles buscaban la economía de combustible con materiales ligeros y diseños aerodinámicos. En consecuencia, los diseños verticalmente cortos prevalecieron. Después de un mes de acaloradas discusiones, el equipo comenzó a cambiarla dirección. Su nueva
política incluía lo que el señor Watanabe denominó la teoría evolutiva del
automóvil: “la teoría es que la forma última del automóvil necesita que
nosotros maximicemos el espacio humano, minimizando las partes de la máquina. Decidimos
que el automóvil estaba evolucionando hacia esa forma ideal, y que Honda
debería guiar este movimiento evolutivo. El primer paso era diseñar un modelo
alto, que pudiera enfrentar el reto del ´sentido común de Detroit´, el cual
permitía a los diseñadores de automóviles aspirar a bellas formas a expensas
del espacio humano… Se necesita una perspectiva tecnológica para ver la
importancia de un modelo más alto… es un cubo que puede ser más ligero, de
menor precio y más sólido”.
El reto a los paradigmas: los tamadashi kai
Entonces, al grupo de le dio autonomía y fue forzado de manera simultánea a retar supuestos sostenibles durante mucho tiempo. Sin embargo, esto, por sí solo no bastó para realizar conceptos creativos. No puede exagerarse la importancia de tener también a un grupo de personas con antecedentes heterogéneos. Cualquier grupo puede crear una amplia variedad de conceptos superior al promedio individual. Este potencial se entiende mejor cuando los miembros del grupo son extremadamente heterogéneos con respecto a trabajos, orientaciones y comportamiento. En la fase de formación del concepto, el equipo de desarrollo dela Ciudad Honda fue un
híbrido, excepto en lo referente a que todos sus miembros eran maniáticos
genuinos de los automóviles. De hecho, muchos se preocupaban porque el equipo
no pudiera alcanzar consenso.
El equipo necesitó introducir retos, procesos, e integrar un gran volumen de información e ideas. Uno de los métodos empleados fue el tamadashi kai, o sea, reuniones para crear y compartir información. Los tamadashi kai no son formales y cada reunión se lleva a cabo en un lugar y en un horario diferente. Cada una está dedicada por completo a analizar con claridad algún obstáculo que sufra el proyecto. Los participantes de estas reuniones no son solo los miembros del equipo. Cuando es necesario, se invita a equipos de departamentos relacionados. Se requiere que todos los participantes intervengan por igual sin distinción de títulos o de la preparación: sin embargo, la crítica es tabú. Como dice el señor Watanabe: “es diez veces más fácil criticar que proponer una opción constructiva. La discusión sería menos útil si los participantes guardaran silencio por temor a ser criticados”. Varias veces, el señor Watanabe ha mantenido sesiones de análisis todo el día, más frecuentemente en pequeñas tabernas o en lugares de reunión cercanos al laboratorio de investigación en vez de hacerlo en hoteles lujosos. En incesantes discusiones desde el amanecer hasta el anochecer, los participantes tienen que utilizar su ingenio para desafiar a los paradigmas existentes.
Este proceso conduce a compartir un nivel de información más alto. En un equipo de proyectos, los miembros comparten una gran cantidad de información administrativa recibida mediante conversaciones con la alta administración, también comparten información del mercado referente ala
competencia. Más aun, como la división del trabajo es poco
clara y flexible, los miembros pueden entrometerse en donde quieran; así, no
hay retraso en la información entre la alta administración y el líder del
equipo. También, como cualquiera de los miembros del equipo sabe qué tiene que
hacer, cada uno casi de manera instintiva sabe qué es lo que sus
co-trabajadores tienen en mente. El compartir la información entre los miembros
del proyecto refleja un aspecto distintivo de la amplia cultura corporativa de
Honda. Ya es famosa la compañía como un precursor en el sistema de la “gran
sala”, y todas sus salas de juntas tienen ventanales, así que desde afuera
puede verse lo que pasa adentro. A medida que aumenta el grado de información
compartida, los individuos se identifican a sí mismos como un todo con el
equipo y comienzan a ser “auto-controlados”. “Hablando básicamente, dice el
vicepresidente Kawamoto, la administración organizacional no se necesita más si
cada individuo desarrolla apropiadamente lo que se espera de él. Una vez que se
ha dado el objetivo y los papeles son específicos, nuestro equipo trabaja muy
bien”.
Cada miembro participante crece mudando su vieja piel en el proceso de la exitosa realización del proyecto. El éxito prominente ayuda a otros miembros a seguir diciendo: “hey, mira lo que han hecho esos tipos”. Después del cumplimiento exitoso de un proyecto, los participantes se asignan a otros proyectos, de modo que el conocimiento que adquirieron puede transferirse a todala organización. Un
ingeniero comenta: “creo que es bastante difícil reunir conocimientos útiles en
texto, cifras u otras formas medibles. El conocimiento está vivo porque… cambia
en forma continua… la mejor forma de transferirlo es a través de la interacción
humana”.
La administración intermedia es factor clave en el proceso de abandonar el viejo estilo y crear el nuevo. El caso dela Ciudad Honda muestra
con claridad la importancia decisiva del señor Watanabe, el gerente intermedio
seleccionado como líder del proyecto. Su papel tiene varios aspectos clave:
proporcionar información directa vinculada a la alta administración,
transformar la visión general de la alta administración en direcciones para las
actividades del equipo y para el seguimiento de la creación del significado;
administrar el “caos” y mantenerlo dentro de límites tolerables; y proporcionar
el contexto de la integración mediante las especialidades. Mientras que Honda
rinde tributo a la energía e impulsa a los jóvenes investigadores que generaron
la idea del nuevo producto, la alta administración reconoce el papel
estratégico de los líderes del proyecto de la administración intermedia.
Caso extraído del libro Planeación de negocios, de Bill y Roy Richardson. CECSA.
Fuente citada: “Towards Middle Up-Down Management”, de I. Nonaka, en Sloan Management Review.
En 1978, la administración de Honda Motors estaba preocupada porque la compañía estaba perdiendo su vitalidad. Sus modelos básicos, como el Civic y el Accord, habían alcanzado la “edad intermedia” en un momento de importantes cambios generacionales en el mercado japonés. Por primera vez los japoneses nacidos después de
La gente más joven del equipo de diseño de Honda fue seleccionada como miembro del equipo de desarrollo de
El vicepresidente a cargo del departamento de desarrollo e investigación, Señor Nabuhiko Kawamoto, describe cómo los altos gerentes de Honda enfocan los proyectos de investigación: “usualmente controlamos las tareas de los investigadores de manera rigurosa, y después aflojamos el control de cuando en cuando. Con frecuencia, las ideas con gran potencial surgen de su proceso. Lo que debemos hacer es observar estos esfuerzos relativos repentinos detenidamente, identificarlos cuando son buenos, y luego desarrollarlos. Por supuesto que demasiada libertad no funciona, aunque algunas veces tomamos el riesgo de dar a los investigadores metas básicas y responsabilidades y después soltarlos. En otras palabras, los ponemos arriba de las escaleras, quitamos los escalones y decimos: tienes que saltar desde ahí. No nos importa si no puedes. Creo que los seres humanos muestran su creatividad más grande bajo presión”.
Algunos dicen que Honda no solamente pone a sus investigadores en lo alto de los escalones, sin escalera, sino que “también prende fuego al primer piso”.
El señor Kawamoto nombró al señor Hiro Watanabe, un investigador en jefe de 35 años, como líder del equipo. El señor Kawamoto explica: “es difícil tener cooperación si solo tienes miembros jóvenes en el equipo. Por tanto, elijo a una persona madura y habilidosa como su líder”.
El equipo autónomo enfrentó algunas metas retadoras. La asignación general desde la conducción superior fue “crear algo diferente al concepto existente”. Esto incluía dos objetivos principales: crear un automóvil popular, rendidor (le meta de la alta administración) y diseñar un modelo a bajo precio pero que no fuera barato (un objetivo auto-impuesto por el equipo).
Cómo
cumplir con el mandato?
Finalmente, el equipo encontró dos
maneras de alcanzar esas metas. Primero intentaron desarrollar un Mini Civic; para ello recortaron el automóvil
La segunda manera de alcanzar la meta del equipo incluía desafiar una idea que prevalecía en la industria automotriz: que un automóvil fuera “horizontalmente largo y verticalmente corto”. A la vez, la mayoría de los fabricantes de automóviles buscaban la economía de combustible con materiales ligeros y diseños aerodinámicos. En consecuencia, los diseños verticalmente cortos prevalecieron. Después de un mes de acaloradas discusiones, el equipo comenzó a cambiar
Basado en esta teoría, el equipo de
desarrollo escogió un auto “horizontalmente corto y verticalmente alto” como un
objetivo. El “mini-lujoso” se convirtió en el centro de su política de diseño.
El desafío era diseñar un espacio mínimo para el motor y un espacio máximo para
el hombre. Estas metas aparentemente contradictorias, necesitaban la creación
de un nuevo punto de vista. Uno de los miembros del equipo comenta: “creo, sin
embargo, aunque parece ilógico, que el éxito de este proyecto se debe mucho a
la diferencia entre lo ideal y lo real. No podríamos lograr la meta ideal por
una mejoría de lo real. La reforma revolucionaria fue necesaria, y para lograr
esto nuevas tecnologías y conceptos se crearon unos después de otros”.
El reto a los paradigmas: los tamadashi kai
Entonces, al grupo de le dio autonomía y fue forzado de manera simultánea a retar supuestos sostenibles durante mucho tiempo. Sin embargo, esto, por sí solo no bastó para realizar conceptos creativos. No puede exagerarse la importancia de tener también a un grupo de personas con antecedentes heterogéneos. Cualquier grupo puede crear una amplia variedad de conceptos superior al promedio individual. Este potencial se entiende mejor cuando los miembros del grupo son extremadamente heterogéneos con respecto a trabajos, orientaciones y comportamiento. En la fase de formación del concepto, el equipo de desarrollo de
El equipo necesitó introducir retos, procesos, e integrar un gran volumen de información e ideas. Uno de los métodos empleados fue el tamadashi kai, o sea, reuniones para crear y compartir información. Los tamadashi kai no son formales y cada reunión se lleva a cabo en un lugar y en un horario diferente. Cada una está dedicada por completo a analizar con claridad algún obstáculo que sufra el proyecto. Los participantes de estas reuniones no son solo los miembros del equipo. Cuando es necesario, se invita a equipos de departamentos relacionados. Se requiere que todos los participantes intervengan por igual sin distinción de títulos o de la preparación: sin embargo, la crítica es tabú. Como dice el señor Watanabe: “es diez veces más fácil criticar que proponer una opción constructiva. La discusión sería menos útil si los participantes guardaran silencio por temor a ser criticados”. Varias veces, el señor Watanabe ha mantenido sesiones de análisis todo el día, más frecuentemente en pequeñas tabernas o en lugares de reunión cercanos al laboratorio de investigación en vez de hacerlo en hoteles lujosos. En incesantes discusiones desde el amanecer hasta el anochecer, los participantes tienen que utilizar su ingenio para desafiar a los paradigmas existentes.
Durante el proceso de desarrollo, el
equipo del proyecto incluyó a personas de los departamentos de desarrollo,
producción y ventas. El equipo utilizó un rápido sistema de creación de
información basado en la hibridización de las tres posiciones del departamento.
El sistema realizó las siguientes funciones: contratar personal, instalaciones
y cifras presupuestarias para la planta, análisis del mercado de autos y de la
competencia, y determinar un mercado meta, el precio de venta y la cantidad de
unidades por producir. Este sistema, el cual recaba, crea e implante
información, se llama VID. También se utiliza para producir casi 45 nuevos
modelos de motocicletas por año. El sistema VID se estableció cuando el señor
Kawashima fue presidente de Honda. Su propósito inicial fue administrar las
actividades de desarrollo más sistemáticamente al integrar el criterio y el
conocimiento de las personas comunes, en lugar de depender de un “héroe” como
el señor Soichiro Honda.
El método
VID (ventas, ingeniería y desarrollo)
Es muy flexible la operación del sistema. Las
tres áreas: ventas, ingeniería y desarrollo (VID) son nominalmente distintas,
pero hay un proceso de aprendizaje que fomenta la invasión de otras áreas. El
trabajo actual necesita de investigadores que colaboren con sus colegas. El
señor Watanabe comenta: “siempre les estoy diciendo a los miembros del equipo
que nuestro trabajo no es una carrera de relevos –ese es mi trabajo, y el suyo
comienza aquí- cada uno de nosotros debería correr todo el recorrido, de
principio al fin. Como en un juego de rugby, todos debemos correr juntos, pasar
al balón de izquierda a derecha, y alcanzar la meta como un cuerpo unido”.Este proceso conduce a compartir un nivel de información más alto. En un equipo de proyectos, los miembros comparten una gran cantidad de información administrativa recibida mediante conversaciones con la alta administración, también comparten información del mercado referente a
Cada miembro participante crece mudando su vieja piel en el proceso de la exitosa realización del proyecto. El éxito prominente ayuda a otros miembros a seguir diciendo: “hey, mira lo que han hecho esos tipos”. Después del cumplimiento exitoso de un proyecto, los participantes se asignan a otros proyectos, de modo que el conocimiento que adquirieron puede transferirse a toda
La creación
del “muchacho alto” y la generación intermedia
Por otro lado, a Honda le desagradan
las fáciles imitaciones de los éxitos recientes, y algunas veces va más lejos,
como para destruir su conocimiento acumulado. “La crítica más severa para
nosotros es decir: se parece a otra cosa”, estableced el señor Hinoshi Honna,
un ingeniero en jefe. El concepto del “muchacho alto” (el apodo para el modelo
de la Ciudad) fue creado al destruir los conceptos que dominaron a la vez a
Honda y a la industria automotriz en general. Un motor especial, la suspensión
y el neumático radial fueron desarrollados exclusivamente para el nuevo
automóvil. También se diseñaron todas las otras partes que se aplicaron durante
el proyecto, lo que indica con claridad lo "no aprendido” del conocimiento
acumulado y la adquisición de nuevo conocimiento. La administración intermedia es factor clave en el proceso de abandonar el viejo estilo y crear el nuevo. El caso de
Qué
representa Honda? Niño soñador / adulto realista
El señor Katutoshi Wada, jefe del
Centro de Desarrollo de Recursos Humanos, en Honda, describe a la
administración de ésta como sigue: “el señor Soichiro Honda, el fundador de
nuestra compañía, no dijo esto, pero pensamos ahora que una organización tiene
un tipo de cultura, con sueños, por un lado, y una metodología realista en el
otro. Tomados juntos, el sueño siempre es mayor que la realidad, tanto
cualitativa como cuantitativamente. La solución a los dos compromisos es la
misión esencial de la administración de Honda. Estamos perpetuamente
comprometidos en un esfuerzo para mediar y resolver las contradicciones
generadas por un romanticismo ingenuo y un crudo realismo. Sin acoplar dicho
romanticismo y realismo, sería difícil administrar bien a nuestra compañía. Ni
un niño soñador o un adulto que ha perdido sus sueños pueden producir una buena
administración. Esta puede lograrse solo haciendo coincidir el sueño del niño
con el realismo de un adulto”Caso extraído del libro Planeación de negocios, de Bill y Roy Richardson. CECSA.
Fuente citada: “Towards Middle Up-Down Management”, de I. Nonaka, en Sloan Management Review.
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